Desde hace mucho tiempo se encuentra presente el oficio de la cerrajería, cuyos orígenes se mencionan desde la época precristiana, pues lamentablemente las ganas de quienes deseaban hacerse con lo ajeno ya se encontraban latentes.

Todo comenzaría con la instalación de cerraduras que en aquel entonces poseían tamaño descomunal, pero quizás ese tamaño garantizaba a las personas de la época que sus espacios no serían invadidos y mucho menos sus bienes saqueados.

Lamentablemente los malhechores idearían métodos de robo lo suficientemente creativos como para penetrar en la propiedad privada, mientras que los propietarios compensan instalando cerraduras a prueba de robos.

Y de esta manera se ha librado una guerra sin cuartel entre ladrones y propietarios, donde los dueños de casas y negocios lo único que hacen es comprar tiempo materializado en cerraduras, en tanto los ladrones no descubren una manera de vulnerar herrajes.

Los malhechores no son los únicos ladrones

Esta frase puede sonar un poco redundante, pero dadas las circunstancias actuales, cierto tipo de cerrajeros se ha convertido en la nueva ola de ladrones que estafa a los propietarios de casas y negocios, aprovechando de alguna forma la investidura de profesionales honorables.

Solo hace falta revisar la guía telefónica o a través de internet, y ver que distinguir cerrajeros honrados de los que no lo son tanto es una tarea bastante difícil; es el “boca a boca” el que asegura que un profesional de la cerrajería tenga buena reputación.

En todo caso los buenos cerrajeros en Barcelona han tenido que recurrir a una serie de técnicas que les permitan rentabilizar su negocio mejor, pues la mala fama de un cerrajero suele recaer sobre los profesionales que menos lo merecen.

Estrategias de mercadeo

Barcelona es una ciudad que crece a una velocidad impresionante, por lo que se requiere de mayor cantidad de profesionales dedicados al ramo de la cerrajería. Un aumento en la densidad de población conlleva al incremento de los índices de inseguridad.

Pero sucede algo curioso; no a todas las personas les gusta ganarse la vida de forma honrada sino que toman atajos, y terminan por entorpecer el negocio de quienes han estudiado y capacitado para servir al público.

Los cerrajeros en Barcelona han tenido mejorar su manera de promoverse, ya sea a través de internet u otros medios; pero lo que definitivamente ha sabido perdurar con el paso del tiempo es “la publicidad boca a boca”, ya que otros tipos de publicidad son bastante engañosos.

Pueda que tome tiempo hacerse famoso a través del “boca a boca”, pero al menos eso significa que se encontrará en el negocio por mayor tiempo. Ni siquiera personas que intenten perjudicar al cerrajero pueden hacerlo quedar mal frente al resto de clientes.

El futuro de los cerrajeros

Se sabe que Internet ha acabado con ciertos vicios que se generaban con otros medios como la radio, la televisión y los medios impresos, pero con lo que no ha acabado este difundido medio es con la falsedad y el fraude.

Esperemos que las nuevas experiencias que se prometen al público a través de internet puedan depurar la falsedad, como sucede con los cerrajeros estafadores, no solo en Barcelona, sino en el resto del mundo.